sábado, 23 de junio de 2012

CONTAMINACIÓN ELECTROMAGNÉTICA


JUN21
Escrito por: Fundacion Vivo Sano 
21/06/2012   RssIcon
El próximo 24 de junio es el Día Internacional contra la Contaminación Electromagnética. Pero ¿eso qué es?

Los organismos vivos, como el ser humano, poseen campos electromagnéticos que hacen posible el mantenimiento de las funciones. Estos campos son los que se reflejan en distintas pruebas, como el electroencefalograma o el electrocardiograma.

Este “lenguaje” que emplea el cuerpo para comunicarse se puede ver afectado por otros campos electromagnéticos de mayor intensidad de su entorno, provocando desde alteraciones funcionales (como cansancio, dolor de cabeza, problemas de concentración…) hasta patologías tan graves como tumores.

Contaminante
 es una sustancia que se encuentra en un medio al cual no pertenece y que puede causar efectos adversos para la salud o el medio ambiente. En nuestro caso nos referimos a los campos electromagnéticos originados por la actividad humana, que se suman a los ya existentes en el propio planeta. Podemos clasificar estas radiaciones, en función de su frecuencia, en ionizantes y no ionizantes.

Las ionizantes son radiaciones de muy alta frecuencia, con capacidad para romper los enlaces entre las moléculas, y con efectos cancerígenos probados. Un ejemplo son los rayos X.

Dentro de las no ionizantes encontramos ejemplos mucho más cercanos. Distinguimos las de  extremadamente baja frecuencia (hasta los 60 Hz), entre las que encontramos la red eléctrica de nuestra propia casa o las líneas de alta tensión, y las de ultra alta frecuencia  donde se hallan por ejemplo la telefonía móvil o el wifi, que funciona en 2,4 GHz, igual que un microondas doméstico.

Respecto a estas radiaciones no ionizantes la OMS clasificó las radiaciones de extremadamente baja frecuencia como  cancerígenos tipo 2B en 2002, y las radiaciones electromagnéticas de ultra alta frecuencia como  cancerígenos tipo 2B el 31 de mayo del 2011.

Ésta última clasificación de las radiaciones de ultra alta frecuencia, junto a las recomendaciones de organismos europeos, como la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa, que en su resolución 1815 del 27 de mayo del 2011 sugería: “Adoptar todas las medidas razonables para reducir la exposición a los campos electromagnéticos” y “Dar preferencia para los/as niños/as en general, y en especial en los centros de enseñanza y en las aulas, a las conexiones a Internet por cable”, fue lo que motivó nuestra decisión de comenzar con la campaña “escuela sin wifi” , a fin de dar a conocer los potenciales riesgos en las aulas de las tecnologías inalámbricas, máxime considerando que los niños (y otros grupos de riesgo como embarazadas o enfermos) son particularmente sensibles a éstos agentes.

Mención especial merece el caso de las personas electrosensibles; en ellos, la sintomatología es tan fuerte y aguda que les impide, literalmente, realizar su vida cotidiana en entornos con contaminación electromagnética.

La Agencia Europea del Medio Ambiente, en su publicación “lecciones tardías de alertas tempranas”, hace un repaso a situaciones en las que las primeras recomendaciones relacionadas con nuevas tecnologías o productos se han desoído, y las consecuencias nefastas para la salud y el medio ambiente. En dicha publicación se establece un paralelismo entre los rayos X (hoy de probado efecto cancerígeno, no así durante muchos años) y la creciente contaminación electromagnética actual. Y termina con una pregunta que nos deberíamos hacer todos: ¿Cuál será el panorama de los campos electromagnéticos en 2020?  
Alfredo Suárez

“Nuestro cuerpo es biológicamente incompatible con el crecimiento exponencial de los campos electromagnéticos actual. Nuestro sistema inmunológico no está preparado para ello” Ceferino Maestu, director del laboratorio de Bioelectromagnetismo de la Universidad Politécnica de Madrid.

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