La contaminación electromagnética es la menos evidente, la más sutil de las radiaciones a las que estamos expuestos. Inexorablemente ha invadido nuestras vidas y la naturaleza. La contaminación electromagnética aparece al crear campos eléctricos y magnéticos en el espacio, provenientes de un conductor que trasporta una corriente. Los campos electromagnéticos se producen por cargas eléctricas en movimiento (corrientes eléctricas) y ejercen fuerzas sobre otras cargas en movimiento. Los campos electromagnéticos pueden ser de origen natural o artificial. A los campos electromagnéticos de origen natural estamos adaptados ya que convivimos con estos desde el origen mismo de la vida, no así a los campos electromagnéticos artificiales en frecuencias que antes no existían, ya que estos alteran los procesos biológicos, debido a que su intensidad es muy superior a los originados de una forma natural. Las fuentes principales de campos electromagnéticos artificiales son las derivadas de la energía, industria, medicina e investigación.
Los avances tecnológicos en electrónica y en los sistema de comunicación (teléfonos móviles, Wi-Fi, antenas de telefonía móvil, teléfonos inalámbricos, radio, radares, TV digital, computadoras portátiles, etc.) las que se realizan en casi todos los casos por microondas, hacen que estemos expuestos a este tipo de radiaciones, que interaccionan con los sistemas biológicos, ocasionando cambios en los estados energéticos atómicos y moleculares. Es indudable que en los últimos años ha variado el ambiente electromagnético natural en el cual se ha desarrollado la vida en la Tierra, vivimos rodeados de campos electromagnéticos artificiales en constante aumento. La alteración artificial del campo eléctrico o el magnético produce sin lugar a dudas cambios en los procesos naturales de crecimiento y regularización.
Tras cuantiosos estudios e investigaciones se ha llegado a la conclusión de que los campos electromagnéticos de ultra alta frecuencia (microondas) producen diversas alteraciones, como ser: alteraciones en los electrolitos de la sangre, dolor muscular y en las articulaciones, fatiga, falta de apetito, influencia en el sistema nervioso central, estrés, disminución del número de plaquetas en la sangre, alteraciones en la visión de los colores,cefalea, insomnio, alteraciones en la piel, depresión, dificultad para concentrarse, alteraciones cardíacas, tristezas sin motivo, pérdida de la memoria a corto plazo, cáncer, etc. También debemos decir que los campos electromagnéticos de extremadamente baja frecuencia dañan nuestro organismo, las tensiones nerviosas producidas por estos campos pueden alterar la cantidad de grasas y colesterol en la sangre, aumentar la producción de cortisona y la presión sanguínea, traer trastornos nerviosos, artrosis, etc. También debemos decir que es clara la relación entre un aumento anormal de mortalidad por cáncer con la proximidad a líneas de alta tensión.
Todo esto lleva a que haya muchas personas electrohipersensibles (EHS) cosa que será cada vez mayor el numero de ellas que la padezcan, haciendo que sea un verdadero infierno vivir donde lo hicieron o hacen actualmente. Por lo antes expuesto es que solicitamos a las autoridades competentes que cumplan y hagan cumplir las leyes vigentes, que se cumpla la Ley 25.675 de Política Nacional Ambiental, que se aplique el Principio de Precaución, que se reinstalen las antenas de telefonía móvil a 1 km o 1,5 km del radio urbano, que se reemplace el Wi-Fi en las escuelas por cables, lo mismo en las plazas, parque infantil y calles céntricas, municipalidad, hospital, biblioteca, centro cívico y cultural, termas, todo esto en defensa de la salud de toda la población, especialmente de niños, abuelos, madres embarazadas y de las personas que ya son y las que pueden llegar a ser electrosensibles.
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